sábado, 19 de enero de 2013

El dolor que produce Dios: Sana.



Base Bíblica: 2ª Corintios 7:10; Efesios 4:17-32; 1ª Tesalonicenses 5:12-22

INTRODUCCIÓN:
  • Porque la tristeza que según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. (RV)
  • Porque el dolor es según Dios, obra arrepentimiento saludable, de que no hay que arrepentirse; más el dolor del siglo obra muerte. (JC)
  •  Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo, produce muerte. (BA)
  • Este texto bíblico nos habla de dos clases de tristeza o dolor. El dolor de Dios y el dolor del mundo; nos habla de dos resultados. Muerte por el dolor del mundo y sanidad por el dolor según Dios.


PROPOSICIÓN
Hoy queremos reflexionar sobre el arrepentimiento sanador producto del dolor según Dios.

ORACIÓN TRANSICIONAL
El dolor según Dios sana nuestro estilo de vida

1ª. Nos ayuda a reconocer y abandonar el estilo de vida que provoca tristeza al Espíritu Santo. Efesios 4:17-32
a)    El andar en la vanidad de la mente. La sabiduría humana
b)    La dureza del corazón. Incredulidad
c)    La impureza en todo sentido. Falta de santidad práctica
d)    La práctica de la mentira
e)    El enojo permanente
f)     Vocabulario corrompido
g)    Animo amargado
h)   El no saber perdonar
2ª. Nos ayuda a reconocer y practicar nuestros deberes cristianos. 1ª Tesalonicenses 5:12-22.
¿Qué deberes debemos cumplir?


  1.  Tener en alta estima a quienes dirigen la obra del Señor
  2. Vivir en paz los unos con los otros
  3. Corregir a los indisciplinados
  4. Animar a los desalentados
  5. Sostener a los débiles
  6. Vigilar que la gente no pague mal por mal
  7. Estar siempre gozoso
  8. Orar sin cesar
  9. Dar gracias a Dios por todos
  10. No menospreciar la Palabra
  11. Examinar todo con sumo cuidado, reteniendo lo que es bueno
  12. No practicar nada que sea malo.


CONCLUSIÓN:
Cuando experimentamos la tristeza según Dios hay cambios profundos y radicales en nuestro estilo de Vida.
  • ¿Vivimos de acuerdo al nuevo hombre que somos en Cristo Jesús?
  • ¿Normamos nuestro estilo de vida, cumpliendo con los deberes establecidos por Dios, en cuanto a lo que significa vivir a Cristo Jesús nuestro Señor?

martes, 8 de enero de 2013

Objetivos (continuación)



Por: Eliseo Martínez


Al elaborar un objetivo, debe buscarse que sea práctico, factible, asequible, comprensivo y específico. Quienes elaboran bien sus objetivos saben hacia donde van y que quieren. Saben que dirección seguir; Oliver Wendell Holmes comentó: “Lo grande en este mundo no es dónde estamos, sino en qué dirección nos movemos”. Por lo tanto, un objetivo debe ser concreto, cuantificable, debe ser real y contener un desafío personal.
Los objetivos nos ayudan a hacer buen uso del potencial que se posee, a reconocer las limitaciones. Nos permiten trazar el cómo llegar al destino establecido. Nos facilitan encontrar los medios para alcanzar los fines y nos permiten evaluar los resultados.

COORDINACION
Coordinar es lograr que las personas cumplan con sus asignaciones de manera unificada en el tiempo adecuado. Se coordina cada paso que se da en la persecución del objetivo trazado. Se genera un trabajo armonioso de todos y cada una de las personas involucradas para lograr las metas. La coordinación genera dirección. Sin dirección se gasta energía en círculos, hay mucha actividad estéril.

La coordinación busca anular que entre los miembros del equipo de trabajadores compitan menoscabando a los otros para sobresalir. Requiere mucho tacto y entender los diferentes caracteres y personalidades de la gente que trabaja con nosotros. Ayuda a la gente a trabajar en armonía, no digo sin conflictos y sin problemas sino que se trabaja en armonía buscando la o las soluciones a los problemas. 

El que coordina debe evaluar como cada rol o función asignada contribuye a lograr la meta común. Es decir que la coordinación exige verificar que cada área este trabajando en el ritmo adecuado y evitar así que los resultados del trabajo no sean satisfactorios.   

Pablo en Efesios 4:11-16, nos dice cual es el propósito de los lideres que Cristo a dado a la iglesia. Entre estos líderes esta el pastor-maestro, Cristo dio los lideres a la iglesia para que fueran capacitadores, equipadores de los santos (creyentes en Cristo), para que hagan del servicio, un buen servicio. Así como edificar el cuerpo de Cristo para que: “Todos lleguemos a la unidad de la fe, y del conocimiento del hijo de Dios, a la madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para que ya no seamos niños sacudidos de aquí para allá por las olas, y llevados por todo viento de doctrina por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas de error; sino que hablando la verdad en amor debemos crecer en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo (estando unido por cohesión que los ligamentos proveen) conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo mismo para su propia edificación en amor” (13-16 BLA).

El funcionamiento adecuado de cada miembro produce el crecimiento, afirma el apóstol Pablo impulsado por el Espíritu Santo. Coordinar es lograr que cada miembro funcione adecuadamente y así alcanzar los objetivos trazados.

CONCLUSION     
Una realidad a tomar en cuenta es el hecho de que no todo pastor-maestro posee los mismos dones y también es verdad que muchos que están en trabajos pastorales no tienen el don de pastor. Pero la Biblia nos instruye sobre que se espera de un pastor. Un pastor sabe qué quiere alcanzar con su labor; tiene mejor posibilidades de alcanzar objetivos trazados y le permite coordinar a sus colaboradores con diferentes dones complementarios, por medio de quienes multiplica su servicio, para bien del pueblo de Dios bajo su cuidado pastoral.

miércoles, 2 de enero de 2013

OBJETIVOS



Por: Eliseo Martínez

INTRODUCCION
Chester O. Galloway, afirmo lo siguiente: “los objetivos más que en cualquier otra época de la historia, deben ser articulado en su dirección” (Explorando la Educación Cristiana, pág. 84) Hay un variado contexto de disciplinas y tareas, donde es válida esta afirmación.
Si es el trabajo pastoral, el tener objetivos, se traduce en dos aspectos esenciales y fundamentales: (1) toda acción a seguir debe ser determinada por objetivos claros y específicos. (2) La búsqueda de los objetivos trazados, requiere el coordinar adecuadamente toda acción.

OBJETIVOS
El trabajo pastoral es muy amplio y posee variantes determinadas por la iglesia que se pastorea. Variantes geográficas, socioculturales y la habilidad o competencia misma del pastor. Esta realidad requiere que la tarea pastoral se enfrente responsablemente, conociendo donde nos encontramos y que queremos alcanzar.
¿Qué queremos alcanzar? Si queremos lograr resultados trazados, se debe invertir tiempo suficiente y articular clara y específicamente que objetivos queremos alcanzar, para ello definamos que entendemos por objetivos y en segundo lugar como podemos elaborarlos en palabras claras entendibles.
¿Qué entendemos por objetivos? Paul Vieth, nos dice: “Es una declaración de un resultado conscientemente aceptado como el producto deseado de un proceso dado”. Según un diccionario de sinónimos, otras palabras que describen objetivo, son: propósito, finalidad, designio, meta, destino.
Jesús nos ilustra, el trazarse un objetivo para lo que se hace al llamar a sus discípulos les expuso su objetivo: Seguidme y yo os hare pescadores de hombres” (Mateo 4:19). Jesús llamo a Pedro y a su hermano Andrés para formarlos como pescadores de hombres. Esta es la razón por la que al final de su ministerio les comisión el ir y hacer discípulos a todas las naciones, Mateo 28:19-20.