lunes, 20 de septiembre de 2010

ME ESPERAN PRISIONES Y TRIBULACIONES. (HECHOS 20:23)

 (Escrito por Tomás Eliseo Martínez)

1. Pablo, el apóstol de los gentiles, el misionero pionero, el hombre que forja la base, el fundamento de la teología cristiana, es un modelo para nosotros en muchos sentidos.

2. Es un modelo en su entrega a la obra. No le importa las adversidades como lo dice en este texto; yo se lo que me espera, pero sigo adelante. No me voy a detener por ningún motivo.

3. Es un modelo por su positivismo genuino. No se trata de ser autosuficiente sin la participación de Dios, sino como lo dice en Filipenses: todo lo puedo en Cristo que me fortalece. ¿Hay tribulaciones? Cristo mismo lo había dicho: En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.

4. Es un modelo en su perseverancia. Muchos de nosotros somos muy cómodos, no queremos padecer ninguna limitación. No queremos tener ningún dolor, ninguna molestia. Pablo perseveraba en medio de circunstancias adversas, porque como lo dice en otro texto. Yo se en quien he creído. A Timoteo le dice: Sufre como buen soldado de Jesucristo. No, sólo soldado, sino como un soldado calificado de bueno. 

5. Es un modelo en la búsqueda de una meta. No importa si hay prisiones y tribulaciones por delante, nada que verdaderamente valga la pena se valoriza y se consigue sin esfuerzo y lucha. Cristo para poder decir: consumado es, murió en la cruz. Pablo mismo, para poder decir: He acabado la carrera, sufrió prisión y muerte por decapitación.

6. Tracémonos metas y busquemos las maneras adecuadas y legítimas para alcanzarlas. Pero que no nos detengan los obstáculos. Olvidémonos de lo que va quedando atrás y sigamos la meta trazada. Por supuesto, la gran meta para nosotros es Mateo 28:19-20, es un mandamiento quecumplir y una promesa que reclamar, la presencia de Cristo en nuestro diario caminar.

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