miércoles, 2 de febrero de 2011

JOB 3: 25 — ¡TEMOR!


1. Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía. Estas palabras de Job reflejan el constante vivir preocupado por lo que puede ocurrir el día de mañana.

2. Preocupación es ocuparse antes de tiempo por algo, sabemos por las Escrituras que a Job le aconteció lo que él pensaba que estaba en la posibilidad de suceder, pero no siempre es así... A esto se debe, que Jesús en el Nuevo Testamento enseña que no debemos preocuparnos por el mañana, que le dejemos a cada día su propio afán.

3. De acuerdo a Job 3:26, Job no disfrutó de paz, vivía turbado, sin saber que hacer, por algo que todavía no sucedía. Este es el problema de pensar que nos puede pasar lo peor; primero no gozamos de la vida, los momentos agradables de bonanza, porque estamos cargados por afanes que no existen. En segundo lugar nos incapacita para tomar decisiones, estamos tan turbados, que nos confundimos en determinar cual es el mejor camino y así viene el desastre, por que le abrimos el camino a esa posibilidad para que sea una realidad.

4. Nuestro pensamiento condiciona nuestra actitud y nuestro accionar. Actitud es la manera en que reaccionamos a las circunstancias de la vida en el plano físico, emocional y mental. La actitud que asumimos nos enmarca el hacer. ¿Qué hacemos? ¿Por qué lo hacemos? Todo lo que hacemos se fundamenta en una razón de ser, ya sea que lo sepamos concientemente o no.

5. Buenas noticias, según el Nuevo Testamento, podemos cambiar nuestras actitudes. Yo elijo vivir contento, no importando cual sea mi circunstancia como dice el cómico mexicano: tómelo por el lado amable.

6. Hay también un refrán que dice: al mal tiempo buena cara, es decir que lo importante es que quiero yo hacer o realizar en base a las circunstancias; que las circunstancias no dicten mi estado de ánimo.

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