lunes, 31 de mayo de 2010

¡REFLEXIONES!


Por Eliseo Martínez M.
Usado con permiso











PALABRAS ACLARATORIAS.
Al compartir estas reflexiones, fruto de mi encuentro devocional con Dios lo hago con dos propósitos
en mente:
• El primero, compartir con aquellos que tienen problemas de tener un encuentro personal con Dios. Escriban sus reflexiones sobre el texto leído, así verán mejores resultado en su lectura bíblica diaria.
• El segundo, agradecer a Dios por bendecirme grandemente.
Mi oración es que sea provechoso a quienes lean estas reflexiones y Dios sea glorificado.

SALMO 15 — EL CARÁCTER DESEADO POR DIOS.
1. ¿Quién tiene comunión verdadera con Dios, no sólo una forma externa de religiosidad que no afecta la vida de el diario vivir?
2. El que anda en integridad camina y vive dirigido por principios y normas. No está dividido, no aparenta, no actúa como un actor, es lo que es y es honesto consigo mismo. No se auto engaña fingiendo espiritualidad.
3. Porque es integro, hace justicia. Ni favorece al pobre, ni beneficia al rico. Es recto en sus negocios. Se preocupa por el marginado y el pobre; busca ayudarles en sus limitaciones. No se desvía ni a la derecha ni a la izquierda, mantiene un caminar recto.
4. Habla verdad en su corazón. Dice lo que hay en su corazón, no esconde la verdad diciendo verdades a medias. Abraham en Egipto pidió a su esposa Sara, que dijera que era su hermana. Era cierto, que era su hermana, pero también su esposa. El que habla verdad, no da lugar a la duda, a la desconfianza. El Nuevo Testamento dice que debemos desechar la mentira y hablar siempre con la verdad.
5. Evita dañar a los demás, no calumniando a nadie. No ataca la imagen del otro, hace buen uso
de la lengua. Tiene control, lo cual es muy difícil de domar. Santiago nos dice que no podemos bendecir a Dios y al mismo tiempo maldecir al hermano. Si hacemos mal uso de nuestra lengua, ¿cómo podemos alabar a Dios?
6. No daña o hace mal. Esta expresión es general, habla de toda clase de mal, aún aquellas circunstancias que aparentan u ocasionan pecados de apariencia. No hace mal, ni hablando ni en el accionar ni con actitudes.
7. No permite que se trate mal a su vecino. Al contrario lo protege del maltrato. Es solidario en la problemática o la desgracia del otro y no se aísla como un llanero solitario.
8. Menosprecia al vil y honra a los que aman a Dios. No valora, ni le da gran importancia a los considerados grandes. El mundo tiene su propia manera de medir el éxito. Estos que son considerados exitosos viven frustrados, amargados y algunos buscan el sexo, las drogas, el alcohol como solución a su frustración y siempre son considerados como modelos de vida por el mundo. El que vive con Dios como compañero, honra a quienes aman a Dios y busca dirigir su vida tomándolos como modelos. Como la iglesia de Tesalónica que imitaron a Pablo y a su equipo ministerial y se convirtieron así mismos en modelo de otros. Honrar, es darle honor, al que honor merece.
9. Mantiene su palabra, aún cuando puede recibir daño, por ello. No es de doble ánimo, hablando hoy una cosa y mañana otra. No posee doble personalidad, lo que es un problema serio en un hombre o mujer de doble ánimo, desde el punto de vista médico-sicológico es un enfermo.
10. Hace uso correcto del dinero. No explota, ni oprime al pobre con intereses pesados por préstamos. La Biblia alaba al que ayuda al pobre dice: A Jehová presta el que le da al pobre.
La Biblia condena al que se enriquece a costillas del pobre. Es el causante de que el pobre siga siendo pobre, o sea cada vez más pobre. No hace o no imparte justicia de forma imparcial, no acepta soborno del poderoso, aplica la luz rectamente. No actúa motivado por el dinero al administrar la justicia.
11. Todo aquel que guía su vida, por estas normas se mantiene firme. No cae, ni siquiera resbala. Camina diariamente con Dios. Dios es su compañero fiel.

FILIPENSES 4:8 — EVALUANDO Y REPARANDO NUESTRA VIDA MENTAL.
1. ¿En qué se ocupa nuestra mente? ¿Está afanada? ¿Turbada? ¿Frustrada? Rechacemos los pensamientos dañinos y tengamos una mente concentrada en pensamientos positivos y agradables.
2. Tengamos pensamientos que sean dignos de alabanza. Pensamientos que merecen ser alabados, no pecaminosos, pensamientos saturados de Cristo, de su persona y de su obra. Pensamientos reflexivos en la palabra que es un deleite, ya que hace sabio al sencillo.
3. Pensemos en todo lo que es verdadero. Desechemos lo que es mentira y hagamos una lista de lo que es verdad. Primero debemos decir que hay una verdad única, absoluta. Cristo dijo: Yo soy la verdad, así que debemos pensar en Cristo, pensemos en lo que él es: la puerta, el camino, la vida, la resurrección, la verdad, el pan de vida, la luz, el buen pastor. Pensemos en su obra, que se resume en la salvación. El es nuestro Salvador, el redentor, así que es mi Señor por derecho de creación y de redención.
4. Pensemos en todo aquello que es honesto. Honradez puesta a prueba. Honradez en nuestras relaciones comerciales, profesionales, sociales y espirituales. Somos honrados cuando no tergiversamos la verdad del evangelio, con tal de granjearnos la simpatía de los oyentes. El
evangelio es espada que hiere, sus demandas exigen entrega, sacrificio. Somos honrados cuando cobramos lo justo por un servicio profesional prestado. Somos honesto cuando nuestra piedad no es fingida, somos en una situación cúltica, lo mismo que en los negocios.
5. Concentrémonos en todo aquello que es justo. Recordemos que Dios es justo, imparte justicia sin distingo de personas, le da a cada quien lo que merece. En su justicia vela por el huérfano, la viuda y el extranjero, según el Antiguo Testamento. Hoy equivale al marginado, al niño de la calle, al explotado con sueldos miserables que no cubren la canasta básica. Dios es recto en todo sentido y quiere que busquemos la justicia como norma de vida. Seamos rectos en todas nuestras relaciones. Lo justo aquí se refiere al diario vivir, es vivir cuidando de no desviarnos y no dañar a nadie, pero sobretodo sin cerrar los ojos ante las necesidades de los demás.
6. Concentrémonos en lo puro. Lo limpio, aquello que no mancha nuestro ser. Aquello que tergiversa la seguridad de la salvación. Aquello que tuerce esta revelación bíblica, debe ser desechado por nuestra mente. Hay quienes se excusan en esta doctrina para tener una conducta pecaminosa, la Biblia dice que Dios es santo y que su santidad es el reto o el modelo para todo nuestro ser, 1 Pedro 1:13-16. Debemos tener vida limpia en lo relacionado a la vida sexual, en los tratos comerciales, conducta profesional, en nuestra relación con Dios evitando toda apariencia de piedad y no dar lugar a prácticas farisaicas.
7. Todo lo amable. Habla de un carácter tratable, es suave en su manera de tratar a las demás personas. Es fineza, tacto aún para decir la verdad. No es solo decir la verdad por decirla, es hacerlo adecuada y correctamente. Se es amable cuando se trata con dignidad y respeto al anciano. Se es amable cuando de buena gana realizamos un favor solicitado.
8. Pensemos en todo lo que es de buen nombre. Todo lo que vale el ser digno. Esta Palabra digno implica la idea de tener el peso exacto que se requiere.
9. Toda acción llevada acabo, primero es un pensamiento, todo lo que hacemos bueno o malo primero se incuba en la mente. Así que la mente debe pensar en lo que agrada y glorifica a Dios.


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