1. El camino del justo es rectitud. El ser recto en todo, es un andar, es una cualidad que describe el carácter, es lo que se es, como cuando se le dice a alguien que es mentiroso, o se le llame ladrón. Así se dice del justo, ese es justo. ¿Por qué? En todos sus tratos y acciones actúa evidentemente con rectitud.
2. Es justo en sus tratos comerciales. La Biblia abunda en textos que señalan que el comerciante debe tener medidas y pesas justas, indicando así que no debe defraudar al consumidor. Si todos los comerciantes fueran justos no habría necesidad de que los gobiernos instituyeran mecanismos de control que tengan como propósito proteger al consumidor, sino que ellos mismos se estuvieran regulando, porque sabe que Dios pesa y evalúa el caminar del justo.
3. Es justo como empleador con sus empleados. Entre las directrices que encontramos en Levítico 19, para ser santo como Dios es santo, encontramos de que no debemos aprovecharnos del trabajador (siervo). Levítico 19 combate la explotación del jornalero, el cual debe recibir un pago justo y nunca se le debe retener su jornal. El Nuevo Testamento le dice a los amos que deben ser buenos patrones, recordando que tienen un señor que supervisa su conducta, si es o no justa.
4. Es justo en su culto a Dios. No esta dividido entre prácticas religiosas que riñen con la verdadera adoración. No consulta agoreros, ni adivinos, ni a muertos. Guarda el día del Señor. El día de reposo no es para él, sino que le pertenece a Dios. No deja que nada y nadie tome el lugar de Dios. Busca primero el reino de Dios y su justicia, dejando que lo demás le llegue por añadidura.
6. La Biblia nos dice que Dios es justo, así que él es el modelo a imitar en el tener una vida justa, recta.
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