lunes, 10 de enero de 2011

JOB 1: 8 — NO HAY OTRO COMO ÉL.

Escrito por: Tomás Eliseo Martínez
1. Dios es quien está afirmado, testificando sobre un hombre que no se masificó, no se adaptó a la corriente del mundo presente. Job fue el hombre que mantuvo la diferencia. ¿Por qué fue diferente? ¿Qué dijo Dios de él?

2. Dios dijo que era perfecto y recto. Job fue un hombre equilibrado en su relacionar con los demás, por eso algunas versiones traducen intachable. Es decir, que Job fue un hombre sin señalamientos, porque fue recto en sus relaciones con los diferentes tipos de persona con las que se relacionaba, ya fuera mujer, joven o mayor a él. Buscó maneras de ayudar al necesitado, al huérfano y la viuda, no quedaron con las manos vacías delante de él, por eso Dios testifica de él. Esto es lo que se llama buen testimonio, no es lo que yo pienso de mi mismo, sino lo que otros piensan de mi. Aquí Dios afirma, que Job era varón perfecto y recto.

3. Job, dice Dios, es un varón temeroso de Dios. Esta es la clave de una vida irreprensible delante de los hombres. El amor a Dios. Es el amor a Dios, el que nos motiva honrar su nombre, nos ayuda a rechazar toda actitud y todo accionar que provoque que el nombre de Dios sea blasfemado. Job era temeroso de Dios, cuidaba su relación con Dios, la cultivaba y daba evidencias en su relacionar con los hombres. La buena relación (comunión) con Dios es el fundamento de relaciones humanas armoniosas. No permite el maltrato hacia los demás y no manipula a nadie en beneficio propio, sino que todo lo hace con rectitud.

4. El resultado lógico es que Job fue un hombre apartado del mal. De manera consiente buscó un estilo de vida de todo aquello calificado como malo. Job buscó vivir en santidad. El Nuevo Testamento, nos dice que debemos vivir en santidad, en toda nuestra manera de vivir, siendo Dios mismo el modelo a imitar, 1 Pedro 1:13-16.

5. Un hombre perfecto, recto y temeroso de Dios, así como apartado del mal, marca la diferencia y recibe el elogio de Dios: No hay otro como él, Dios que conoce los corazones y los pensamientos, aún aquellos que nunca salen a luz, sino que nacen y mueren en la mente. Dios que conoce las motivaciones, dice que no hay otro humano contemporáneo a Job que se le pudiese comparar. Si Dios testificara de nosotros, hoy en día, ¿qué diría?

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